top of page
  • Facebook
  • Twitter
  • Instagram

MUEVAN LAS INDUSTRIAS: LA ECONOMÍA DE LOS CARBOHIDRATOS

“Cualquier cosa que se pueda hacer a partir de un hidrocarburo, se puede hacer a partir de un carbohidrato”, un hecho probado y comprobado por la "quimiurgia", más conocida como "química agrícola" o en su defecto "agroquímica", un movimiento que promueve la fabricación de productos industriales y de consumo a partir de materias primas agrícolas en lugar de combustibles fósiles y otras energías no renovables. Los combustibles fósiles o hidrocarburos, que proporcionan el noventa por ciento de la energía del mundo, se han formado a partir de la acumulación de grandes cantidades de restos orgánicos prehistóricos fosilizados en la corteza superior de la Tierra, provenientes de plantas y animales que vivieron millones de años antes que los dinosaurios. Los combustibles fósiles son una fuente de energía que está lista para usar, pero tardan tanto tiempo en formarse que no se pueden reponer durante nuestras escalas temporales, por eso su dominio como materia prima y fuente de energía es finito e insostenible.

Las fuentes de energía de origen vegetal, denominadas biomasa, cuentan con dos características esenciales que no se encuentran en otros recursos renovables como la geotermia, la energía hidroeléctrica, la energía eólica o la luz solar. La biomasa se puede convertir en productos físicos y viene con almacenamiento incorporado. El viento y la luz del sol son intermitentes y para contar con ellos se necesita almacenarlos. Las plantas son, en efecto, baterías de energía química almacenada. Además, el viento y la luz solar sólo pueden aprovecharse para producir algunas formas de energía como la calórica, mecánica o eléctrica. La biomasa, en cambio, se puede utilizar para fabricar productos físicos. 

En el cáñamo industrial todo se aprovecha, nada se desperdicia. Se le ha llamado la planta de los 50.000 usos porque cada parte de ella puede ser usada para algo. Tallos, flores, hojas y semillas son materia prima para las industrias de alimentos, plásticos, construcción, papel, textil, combustible, cosmética, farmacia, veterinaria y tecnología, entre otras. Las fibras del cáñamo poseen propiedades antimicrobianas, antifúngicas, antibacterianas, aislantes, termorreguladoras, transpirables, resistentes, durables, biodegradables e ignífugas con las que se fabrican, hoy en día, ropa, papel, ladrillos, paneles de fibra, piezas de automóviles, instrumentos musicales, muebles o cualquier material compuestos por moldeo como lentes de sol, jeringas o piezas dentales. Las posibilidades son literalmente infinitas.

bottom of page